miércoles, 28 de enero de 2009

TOLERANCIA

Decir que lo sientes no elimina el dolor de la otra persona. Ofrecer una disculpa no impide que tengas la misma reacción otra vez bajo diferentes circunstancias, una o dos semanas después. Para sanar el dolor que le has causado a otro, debes erradicar el rasgo negativo dentro de ti que te hizo ser reactivo en primer lugar. Hoy, trabaja en eliminar un rasgo negativo de tu naturaleza.

EXCESO DE TOLERANCIA

Ese exceso es malo

A veces ocurre que nos despertamos en plena noche y no podemos conciliar el sueño, porque hemos sido demasiado tolerantes con ciertas cosas. Por ejemplo, hemos ido más allá de nuestras propias fuerzas o hemos dejado que las tensiones ofusquen nuestros sentidos. Quizá nuestra generosidad se ha pasado de la raya y hemos emprendido algo que habríamos debido pensarnos antes de empezarlo. Para superar esa sensación de haber ido demasiado lejos, basta con compartirla con los ángeles.

Antes de sentirte superado por la vida, pide a los ángeles que te ayuden a repasar esas cosas que debes quitarte de encima y luego ríete a gusto de todo ello.

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